Lifting de brazos

Con el paso de los años la piel de los brazos pierde firmeza, los tejidos se vuelven menos turgentes y se produce un aumento considerable del panículo adiposo, al tiempo que la radiación solar genera un envejecimiento precoz de la piel. Las mujeres son más propensas a estas alteraciones. La elección del tratamiento depende de cada caso en particular.

El tratamiento de la flacidez de brazos puede ser no invasivo y para esto se utilizan técnicas tales como: láser, radiofrecuencia, criolipólisis, entre otros. Los masajes reductivos no son recomendables ya que a la larga producen mayor laxitud de los tejidos al estirar las fibras que unen la musculatura y los tejidos profundos del brazo.

Entre las alternativas quirúrgicas más utilizadas se encuentran la liposucción, cirugías reductivas y/o combinaciones de ambas. En la mayoría de los casos el proceso se inicia con la liposucción de la parte posterior e inferior del brazo; si existe exceso de piel se reseca en la parte posterior del brazo. La cicatrización de la zona es lenta y puede volverse dura y solevantada. El postoperatorio es molesto y requiere cuidar la cicatrización y guardar reposo. Si se produce una cicatriz anómala se requerirá compresión con silicona, masajes y supervisión por largo tiempo.

El paciente puede retomar su vida normal en un lapso de dos semanas, evitando el ejercicio físico durante las seis semanas siguientes a la cirugía.

Reducción de brazos

La reducción de brazos ayudará a mejorar el aspecto de éstos y se puede realizar con liposucción simple, liposucción ultrasónica y con algunas alternativas de cirugía abierta. Con el aumento de las cirugías para la obesidad mórbida, estos casos son cada vez más frecuentes.

Lifting de brazos

La cicatrización del lifting de brazos toma tiempo y paciencia; depende específicamente de las características genéticas de cada paciente. Las fotos de arriba fueron tomadas 2 meses después de la cirugía.

Liposucción simple y ultrasónica de brazos

La reducción de brazos se puede realizar mediante cánulas finas y con anestesia local, como un procedimiento ambulatorio. El mejor resultado de este procedimiento se obtiene en la cara externa del brazo. La parte interna, es decir el área que “cuelga” al tener los brazos abiertos, puede mejorar bastante si no existe mucha flaccidez. Si lo predominante es un brazo colgante, fláccido y un poco obeso, se debe tener mucho cuidado de aspirar esta zona, y si se realiza lipoaspiración, esta debe ser muy moderada, ya que si se extiende demasiado puede dejar un aspecto de “papada de pelícano”. La liposucción Vaser o ultrasónica es más efectiva ya que la piel colgante se adhiere un poco mejor a los tejidos.

Cirugía de los Brazos (Lipectomía de los Brazos o Braquioplastía)

Esta se realiza siempre en la cara interna del brazo, es decir, en la zona que queda cubierta al tener el brazo apoyado contra el cuerpo, de modo que no se vean las cicatrices.

Hay una alternativa más conservadora en la que se saca piel de la región axilar y la piel del brazo se “recoge y estira” hacia la axila. Su efecto es moderado pero ayuda. La otra posibilidad es acompañar la resección de este triángulo de piel axilar a un segmento largo y longitudinal, que puede eliminar piel sobrante desde la axila hasta el codo. Este procedimiento es más efectivo pero tiene el inconveniente de dejar una cicatriz que es visible al levantar el brazo. Además, la calidad de esta cicatriz es variable de paciente en paciente y hay algunas personas que desarrollan cicatrices hipertróficas y feas.

El mejor resultado para la reducción de brazos lo da un procedimiento combinado, en el cual se realiza una liposucción moderada y luego de tres o más meses se hace la resección de piel.

Las complicaciones de la cirugía de brazos son relativamente frecuentes, y entre ellas destacan los hematomas, el retardo de la cicatrización, alteraciones de la sensibilidad de la piel por daño a pequeños nervios que transcurren por el área operada y finalmente las cicatrices retraídas, hipertróficas o simplemente feas.

El resultado final, es decir, el aspecto con que la paciente quedará sólo se ve al largo plazo y no se debe realizar evaluaciones antes de un año de transcurrida la operación.